Parafraseando el inicio del conocido manifiesto, este es sin duda el sentir de la gran mayoría de vecinas y vecinos de Vicálvaro y también, de su tejido asociativo.
Y es que a las puertas de unas fechas tan especiales, especialmente para los más pequeños de nuestro distrito, vemos y vivimos con estupor y preocupación una nueva vuelta de tuerca más de nuestra Junta de Distrito en su propósito de acabar con el carácter popular y vecinal de la habitual cabalgata de reyes y convertirla en un evento comercial donde además, se abrirá la puerta a que marcas comerciales puedan optar a tener una carroza / soporte publicitario, por un módico precio para sus arcas.
Está claro que en Vicálvaro se está produciendo una importante brecha entre dos modelos que no tiene visos de cerrarse, sino al contrario. Y es que los nuevos desarrollos urbanísticos del distrito, con el Cañaveral como punta de lanza (y a los que se sumarán Los Ahijones o Los Cerros), ponen de manifiesto dos formas de vida totalmente opuestas forjadas en los modelos urbanísticos. Por un lado el casco antiguo de Vicálvaro con Valderrivas y Valdebernardo totalmente integrados y donde el tejido asociativo ha sido fundamental en la conquista de muchas mejoras para sus vecinas y vecinos y donde existe una importante red de movimientos sociales; y por otro, el ya mencionado de los nuevos desarrollos donde apenas existen estos y, lo mas preocupante, no parece que sus habitantes tengan la necesidad de unirse y luchar por sus derechos, y no porque no tengan necesidad (no existen apenas dotaciones públicas), sino por el éxito del modelo neoliberal impuesto de manera sutil pero efectiva basado en sus características urbanísticas y por el artificial pero efectivo “cariño” que desde las instituciones se traslada a los habitantes de estos desarrollos con el fin de mantener el orden, sabedores de que la unión vecinal tiene un gran poder y no conviene despertarlo… ¡Viva el pádel!
Retomando el tema que nos ocupa, para este 2024 la Junta Municipal de Distrito ha planteado un modelo de cabalgata de reyes que pone de manifiesto lo comentando anteriormente, su deseo de romper con lo social y popular en favor de lo comercial.
En primer lugar, pasando la cabalgata del día 5 al día 4, perdiendo la tradición, esa que tanto gusta en algunos sectores, de llevarla a cabo la noche previa al día más esperado por los peques de Vicálvaro, teniendo ahora un día más para pensar si cambiar algo de su trabajada lista de regalos solicitada a sus Majestades de Oriente. Este cambio, basado por las instituciones en un asunto de seguridad al no poder garantizar la seguridad en todas las cabalgatas que se realizan el día 5 tiene sus lagunas, y es que apenas ya sólo 5 distritos realizan sus cabalgatas dicho día. El problema de seguridad lo van a empezar a tener a este paso el día 4… ¿O es que se pretende ir desmantelando lo popular en favor de lo comercial, léase la gran cabalgata del centro de Madrid?
Por otro lado, se ha reducido el número de carrozas, siendo 8 para este año. No hace falta haber estudiado la carrera de Matemáticas para saber cuántas de las 24 Asociaciones o Colectivos con derecho a carroza se quedarán fuera sin poder participar.
En definitiva, parece claro el camino y los objetivos marcados por nuestros dirigentes en su estudiada estrategia de desmantelar el espíritu de barrio y sus redes.
Sin duda, enfrente tendrán al pueblo y su rebeldía, y frente a su mantra de la “gestión, gestión y gestión” tendrán la unión de los vicalvareños y vicalvareñas. Nuestro deseo para los reyes magos es que el fantasma que recorre Vicálvaro no sea el del mercantilismo de un acto social y con arraigada tradición sino el de la esperanza y el convencimiento de recuperar lo que es de la gente.