Seis meses han tenido que transcurrir para que se celebrase el primer Pleno de la Junta Municipal del Distrito de Vicálvaro. No era buen augurio que tantos agentes de la Policía Municipal estuviesen en la misma puerta del salón de Plenos en vez de en la puerta del Centro cultural como solía ser habitual.
AVV
El concejal-presidente de la Junta, Ángel Ramos, del PP, ha comenzado su mandato enfrentándose al malestar de una barriada y su respuesta es expulsar a los vecinos y vecinas de La Catalana en el primer Pleno de su mandato. Lo único que pretendían vecinas y vecinos era dejar bien claro su rechazo a la construcción del cantón de limpieza a escasos metros de sus viviendas. Sin embargo, en una decisión sin precedentes, el concejal ordenó la entrada de la Policía Municipal en el salón para expulsarles.
El malestar vecinal había ido creciendo, pues a la continuación de las obras del Cantón, a pesar de las dos manifestaciones en contra que ya se han celebrado, se unía la no admisión a debate en el Pleno de una propuesta presentada por la Asociación Vecinal de Vicálvaro, en la que se pedía la paralización de las obras del Cantón y su reubicación en el Polígono industrial colindante. Con la inadmisión arbitraria de la propuesta, el PP quiso evitar tener que votar en público en contra de la petición vecinal. Es arbitraria porque, aunque se haya debatido el tema en el Pleno central, es la excusa que se puso, en el caso específico de Vicálvaro no solo hay vecinos y vecinas afectadas directamente por la decisión, sino que, si en algún caso es evidente que hay otras alternativas igualmente viables y que no supongan ningún riesgo para el vecindario, es este. Sin embargo, el concejal, así como el delegado de Medio Ambiente, Borja Carabante, se han negado a buscar o debatir sobre esas posibles alternativas alegando que “según los técnicos, no hay alternativa”. Nadie ha visto ese dictamen “técnico” y es curioso que se pretenda convencer a vecinos y vecinas de que ahora gobiernan los técnicos.
Sin comisión de fiestas
En el mismo Pleno, el PP y Vox rechazaron la propuesta de la AVV de convocar de nuevo la Comisión de Fiestas abierta a todas las entidades del Distrito interesadas en su preparación y desarrollo, y que pudiera empezar a trabajar ya en un proceso participativo y democrático. El señor concejal dejó claro que se iba a volver al viejo modelo de fiestas que, aunque no lo explicó, significa volver a entregar el control del Recinto Ferial a los feriantes, incluidas actuaciones en el escenario, y al pago de las familias de cada una de las atracciones en las que sus hijos deseen montar.
No cabe duda de que la gestión de las fiestas en el mandato anterior bajo un gobierno municipal de Ciudadanos-PP, fue más que lamentable pues, en realidad, no se hizo nada. Pero hay otro modelo de fiestas en el que, además de ofrecer una participación abierta a entidades y vecinas y vecinos interesados para proponer, debatir, decidir, qué se hace, se programen actividades alternativas gratuitas para que ninguna familia vicalvareña se sienta desplazada debido al gasto y las molestias que suponen una diversión comercializada, ruidosa y potencialmente conflictiva.
En resumen, mal comienzo.