Los alquileres en la cuarentena

 

Desde que se decretó el Estado de Alarma, la situación de una gran parte de la población se ha visto afectada por las medidas restrictivas de movilidad. La economía de muchas familias se ha visto afectada por ERTES, reducciones de jornada, despidos, etc. Esta crisis está golpeando duramente los barrios obreros. Ante esta situación, el Gobierno está promoviendo una serie de medidas económicas para paliar el desastre económico que nos acecha, medidas del todo insuficientes que solo son un parche al problema que nos vamos a enfrentar una gran parte de los trabajadores. En este caso trataremos la cuestión de ayuda a los alquileres, más concretamente en Madrid.

El Gobierno ha delegado en las comunidades autónomas las ayudas al alquiler, a través del Real Decreto-ley 11/2020, aprobado el 9 de abril. La ayuda al Plan Estatal de Vivienda 2018-2021 ha consistido en poner 100 millones de euros adicionales a este plan, de los que Madrid recibe 15,9 millones.

La Comunidad de Madrid abrió el plazo para recibir las ayudas el 11 de mayo a través del Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM). En él vienen descritos los requisitos necesarios para acogerse a las ayudas en 18 artículos, pero no nos detendremos mucho tiempo en ellos ya que el 13 de mayo se agotaban las solicitudes a las ayudas, en tan solo en 2 días.

¿Cómo ha ocurrido esto? Muy sencillo, el alquiler medio en la Comunidad de Madrid se estimaba en 819 euros (por una vivienda de 86,5 m2) el 26 de septiembre de 2019. El Ayuntamiento decidió que las ayudas podían alcanzar los 900 euros mensuales hasta un máximo de 6 meses, pudiendo solicitarlas hasta el 30 de septiembre. Haciendo un simple cálculo matemático dividimos 15,9 millones de euros en ayudas entre los 5.400 euros máximos de ayuda por persona, nos sale que solo pueden acceder a las ayudas 2.944 personas.

Nuestro barrio, uno de los distritos mas pequeños de Madrid, cuenta con 4.330 viviendas en alquiler (datos de 2011): las ayudas no llegarían a cubrir un barrio como el nuestro. Se puede hacer todos los malabarismos que se quiera con las cifras y las estadísticas para justificar estas medidas y que el Gobierno de turno se ponga la medalla por su trabajo bien hecho, pero salta a la vista la insultante e insignificante política que se está llevando acabo en materia de vivienda. Ningún partido, ningún gobierno, ningún ayuntamiento plantea soluciones reales al problema de vivienda que tenemos en este país, llevamos años de medidas contra el derecho a una vivienda digna y el acceso a ella, que pretenden ser contrarrestadas con ayudas insignificantes. Ayudas que acabarán en los bolsillos de fondos de inversión y manos privadas.

No podemos acabar el articulo sin mencionar que estas ayudas dejan fuera a los sectores de la población más afectados por el Estado de Alarma, aquellos trabajadores que se encontraban en una situación irregular o trabajando sin un contrato, que no se encuentran empadronados en su vivienda habitual o que viven de alquiler sin un contrato legal, aquellos que viven al día y solicitar una subvención se convierte en una odisea de papeles y mas papeles (muchos de ellos no se consiguen en un día) mientras a los empresarios se les conceden mayores ventajas para acceder a ellas.

Las ayudas del Gobierno o hablando en plata, las limosnas del Gobierno, profundizan aún más en que las cosas sigan como están. Son un mero parche nuevo para seguir taponando el problema de vivienda que tarde o temprano se va a desatar en una oleada de desahucios. Solo nos tenemos a nosotros mismos, de nosotros depende seguir permitiendo esto.