La historia de las Fiestas de San Juan…. en Vicálvaro

En 2012, escribí esto con ayuda del libro Historia de Vicálvaro de Vicus Albus y una tarde entera que eché en casa de Manuel Gutiérrez yo libreta en mano y él contándome batallas de esos años. Me ha dado mucha pena pensar que él ya no está y que este año no habrá hoguera.

Por Alberto Vaquero

Las Fiestas de San Juan en Vicálvaro tienen lugar a finales del mes de junio, coincidiendo con el cambio de estación. La celebración del solsticio de verano es una fiesta con largas raíces paganas ancladas en la Europa precristiana, en la que el fuego era un elemento clave que representaba la purificación. A pesar de ello, en nuestro pueblo estas fiestas comenzaron a celebrarse hace algunas décadas en honor al patrón del vicalvareño barrio de San Juan.

Hoguera de San Juan en VicálvaroTradicionalmente, Vicálvaro ha tenido diferentes festividades, la mayoría ligadas a la realidad de las tareas del campo, como la Fiesta de Labradores, y a las celebraciones religiosas promovidas por las diferentes hermandades que existían en nuestro pueblo. De todas ellas, destacan las fiestas patronales, celebradas en honor a la Virgen de la Antigua, patrona del municipio. Estas fiestas, que son las realmente originales y tradicionales del pueblo, todavía se siguen celebrando el 15 de agosto, aunque con la evolución de los últimos años han perdido relevancia por diferentes motivos. Estas fiestas eran también una verdadera muestra de cultura y festividad popular, donde nunca podían faltar la dulzaina y el tamboril; los gigantes y cabezudos; las jotas y rondallas; las carreras de burros, de sacos o de cintas; el fútbol, deporte rey de nuestro pueblo; y un largo etcétera de actividades que servían durante esos días para reunirse en comunidad y dejar de lado las preocupaciones de la dura vida del campo, la cantera o la fábrica.

Con la anexión de nuestro pueblo a Madrid en 1951 y su progresivo crecimiento demográfico como zona residencial de carácter obrero, muchas de estas muestras de la cultura y folclore castellanos fueron desapareciendo. Durante la década de los 60, Vicálvaro había pasado de ser un pueblo de 8.000 habitantes a acoger en su seno 42.000 vecinos y vecinas. En ese momento se crean las colonias obreras de San Juan, Vilda, Ciudad del Sol y las Mil Viviendas. La demolición en 1974 del edificio del antiguo Ayuntamiento, que databa del siglo XVIII, constituye el principal símbolo de los cambios que se fueron experimentando.

Hoguera de San Juan en VicálvaroEn este contexto, se produce el despertar político de la década de los setenta, y las diferentes organizaciones políticas antifranquistas empiezan a salir de la clandestinidad bajo el amparo de las asociaciones vecinales y las parroquias donde se encuentran los llamados curas obreros. En un intento de canalizar el descontento político y social, el Régimen crea las llamadas “Asociaciones de Cabezas de Familia”, introduciendo cargos de confianza en las mismas. En Vicálvaro, se constituirá en esos años la Asociación de Cabezas de Familia, bajo la presidencia del que había sido alcalde franquista y jefe local del Movimiento, Fausto Dones. Desde esta Asociación, y con la colaboración económica de comerciantes y terratenientes del pueblo, se realizarán las primeras Fiestas en San Juan, como manera de dar respuesta a este crecimiento barrial que había experimentado Vicálvaro. De hecho, en ese momento las fiestas se celebran en el llamado San Juan Bajo, como llamaban a la parte más antigua del barrio, en contraposición con San Juan Alto, teniendo como línea divisoria la Avenida de Daroca. Ese primer año, se realizarán ya diferentes hogueras populares e incluso se podrá ver alguna atracción de feriantes.

A partir de 1976, se renueva la Junta Directa de la Asociación, que pasará a llamarse ahora Asociación de Vecinos de Vicálvaro, y que contará con más de 500 socios, destacando gran presencia de militantes de partidos de izquierda todavía ilegales como el PTE, LCR, ORT y PCE. En este contexto, las fiestas se seguirán realizando aunque con menores medios económicos y uniendo ya los barrios de San Juan, a propuesta de algunos vecinos que proponen que se realice una hoguera única en la llamada “U” de la calle Calahorra. Ese mismo año, a partir de donaciones y rifas se consiguen financiar algunos gastos para realizar la típica limonada. También se montará un improvisado escenario de madera desde el que el tocadiscos animará el baile.

En los sucesivos años, las Fiestas de San Juan se mantuvieron, aunque variando de lugar (ya sea por ejemplo, el Parque de la Maceta, el solar donde hoy está el colegio de Nuestra Señora de la Presentación o el solar donde se encuentra la Universidad), e incluso también variando de fechas (algún año, como el 77, se realizaron en septiembre). Las fiestas también han servido siempre para mostrar las reivindicaciones vecinales de los años siguientes, especialmente las carencias de equipamientos, se han quemado monigotes en la hoguera, etc. Cabe destacar la celebración con traca tras haber conseguido la construcción del IES Joaquín Rodrigo, tan luchado por el vecindario.

Así, con el paso de los años, y con el esfuerzo y la ilusión de muchos vecinos y vecinas, las fiestas vecinales de San Juan se fueron consolidando como los principales festejos del pueblo. Tanto ha sido así que a mediados de los 80 la Junta del Distrito se suma a organizar actividades durante estos días, creando paralelamente las fiestas oficiales. De este modo, alrededor de la Hoguera de San Juan del día 23, organizada íntegramente por la Asociación de Vecin@s, se irá gestando todo el resto de actividades que hoy en día dan forma a las fiestas oficiales de Vicálvaro.

¡VIVA VICÁLVARO Y LAS FIESTAS DE SAN JUAN!